El asunto de los 𝔸𝕞𝕠𝕣𝕖𝕤 𝕋ó𝕩𝕚𝕔𝕠𝕤 es algo que nos hace inevitablemente viajar en el tiempo atrás en nuestra historia personal.

No se resuelve diciendo: » Tú vales», «Tu puedes» …»Si no te valora no es tu problema sino el de él o el de ella», «Ya encontrarás a quien te valore», «Él se lo pierde» y esa serie de frases que no hacen más que conectarnos con el sufrimiento de la necesidad de tener que ser «valorados/as» por el otro para, (valga la redundancia) ser alguien «valioso» o «alguien» con sentido de vivir… El asunto de los amores tóxicos nos hace viajar a un tiempo en el que el niño/a debería haber recibido un amor, protección y apego saludables.

Quizá crees que todo apego es malo. Hablemos aquí del apego en la infancia… ¿Qué es el apego? El apego necesario es esa seguridad emocional que significa para el niño y la niña, ser aceptado y protegido incondicionalmente.

Al meternos en este tema, viajamos a un tiempo en el que no deberíamos haber sido abandonados o haber sido víctimas de negligencia parental.

No estoy diciendo que todas las personas que no recibieron buenos cuidados en la infancia tengan luego vínculos tóxicos. No es una ecuación 2+2=4.

Los traumas dependen de la intensidad y la duración/frecuencia con la que fueron vividos. Además existe lo que se conoce como Resiliencia, que es esa capacidad de poder desarrollar cualidades positivas y de transformación a pesar de la adversidad vivida… Haber profundizado en estos asuntos durante mi vida, tanto en los estudios como en lo terapéutico, me llevó a aprender que repetir constantemente las conclusiones erróneas sobre el pasado no conduce al movimiento hacia adelante. Cada caso es un mundo a observar y merece su estrategia en particular. Por ejemplo, si un niño/a fue abandonado o rechazado por sus padres, puede surgir un mecanismo de defensa ante la necesidad de aceptación y de amor.

Es decir:  El niño necesita sentir que sus padres lo aman, por lo tanto, el sentimiento de abandono llega a interpretarse como una forma de amor. La ecuación es Abandono =Amor. ¿Ves que no es tan simple? El niño incorpora la creencia de que la persona que lo abandona, en el fondo le ama.

Esta idea puede llevar a no aceptar la ruptura como una expresión de que el amor se acabó.
¡Por el contrario! Esa idea se convierte en una excusa para albergar falsas esperanzas. La persona se siente “amada” de esta manera, e insiste en propiciarse un falso bienestar a sí misma.

Para salir de una relación tóxica, y/o de violencia, hay que elegir querer VER lo que hay detrás de ella, es decir, sus causas, pero sobretodo entender que lo que Allah SubhanaAllah wata ala decretó es para tu bien, lo entiendas o no, y debes hacer algo con ello…¡Tantas personas se han acercado más a Allah por sus dificultades!

Es imprescindible querer ahondar en los mecanismos que llevan a la persona a actuar de este modo para facilitar la toma de conciencia del porqué se produce este comportamiento que, en lugar de reforzar mecanismos compensatorios, es adictivo  y lleva a la persona a continuar engañada, sin superar esta etapa. Lo primero es querer cambiar de chip y entender que la mayoría de las veces las personas no están traumatizadas, sino atrapadas en su pensamiento traumático.

Para estas cosas y más, es que existimos los psicoterapeutas. ¿Que solo de leerlo ya te da miedo?
Pues sí, te creo. Yo estuve ahí.
Es el abismo.
Es el vacío.
Es el pánico.
De hecho puedes hasta llegar a sentir que SIN esa persona/relación, desapareces, te vuelves invisible, y hasta dejas de existir.
Sí. Te entiendo. También estuve ahí.

Y lo que te puedo decir es que más miedo y dolor da, la energía que gastas en seguir manteniendo esa dinámica tóxica, y la resistencia que ejerces para evitar tu transformación y tu liberación.
Por un miedo ilusorio.
Que se vive como real.
Pero sí.
Más miedo y dolor da, la energía que gastas en seguir manteniendo esa dinámica tóxica y la resistencia que ejerces para evitar tu transformación y tu liberación.
No es un error de tipeo.
Lo repito adrede para que no lo olvides.

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